MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El instrumento AWE (Atmospheric Waves Experiment) de la NASA en la Estación Espacial Internacional registró enormes oleajes en la atmósfera que el huracán Helene produjo a 88 kilómetros de altura.
Esta observación se produjo el 26 de septiembre de 2024, cuando Helene azotaba la costa del Golfo de Florida, provocando marejadas ciclónicas e impactos generalizados en las comunidades a su paso.
Estas enormes ondulaciones a través de la atmósfera superior, conocidas como ondas de gravedad atmosféricas, aparecen en las imágenes de AWE como bandas concéntricas (coloreadas artificialmente aquí en rojo, amarillo y azul) que se extienden desde el norte de Florida.
"Como anillos de agua que se extienden desde una gota en un estanque, se ven ondas circulares de Helene elevándose hacia el oeste desde la costa noroeste de Florida", dijo en un comunicado Ludger Scherliess, quien es el investigador principal de AWE en la Universidad Estatal de Utah en Logan.
El instrumento AWE, lanzado en noviembre de 2023 e instalado en el exterior de la Estación Espacial Internacional, observa la Tierra en busca de ondas de gravedad atmosféricas, patrones en forma de ondulación en el aire generados por perturbaciones atmosféricas como tormentas eléctricas violentas, tornados, tsunamis, ráfagas de viento sobre cadenas montañosas y huracanes. Para ello, busca fluctuaciones de brillo en bandas de luz de colores llamadas resplandor atmosférico en la mesosfera de la Tierra. El estudio de AWE de estas ondas de gravedad creadas por el clima terrestre ayuda a la NASA a determinar cómo afectan al clima espacial.
Estas imágenes de las ondas de gravedad del huracán Helene se encuentran entre las primeras publicadas por AWE, lo que confirma que el instrumento tiene la sensibilidad necesaria para revelar los impactos que tienen los huracanes en la atmósfera superior de la Tierra, informa la NASA.