MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Cultura ha anunciado que reformará la Biblioteca Nacional de España (BNE) con una inversión de ocho millones de euros para subsanar el "problema estructural" de la institución en la gestión de aguas de la sede, que afecta a las más de 100 bajantes del edificio.
Así lo ha anunciado este jueves el ministro Ernest Urtasun, quien ha indicado que se trata de "una intervención sin precedentes en las últimas décadas", durante su comparecencia ante la Comisión de Cultura del Congreso donde ha informado sobre la situación de la Biblioteca Nacional de España ante las nuevas filtraciones de agua y los daños producidos, a requerimiento del Grupo Parlamentario Popular.
"Estamos ante un problema estructural de la gestión de aguas del edificio, que afecta a las más de cien bajante de agua. Es un problema que no afecta solamente a las cubiertas y que exige una actuación integral en todo el inmueble", ha afirmado.
El plan de actuación cuenta con tres fases, que se ejecutarán de forma simultánea y que buscan tanto la prevención y protección del patrimonio como la solución definitiva de los problemas que sufre el edificio.
En primer lugar, Cultura añadirá a la actuación de emergencia, una revisión integral del sistema de saneamiento y canalización de las aguas. Las obras, según ha señalado Urtasun, tendrán una duración aproximada de dos años y medio.
Además, se está implementando nuevas medidas de prevención para proteger el patrimonio bibliográfico durante el tiempo que dure la intervención. En concreto, más de 240.000 volúmenes serán reubicados de forma provisional en la sede de Alcalá de Henares antes de final de 2024.
Por último, y en paralelo a estas actuaciones, Urtasun ha asegurado que persiguen prevenir cualquier "futuro inconveniente" derivado del estado del edificio, incluso aquellos que no tengan que ver con el sistema de saneamiento y canalización de agua. Por ello, se encargará un diagnóstico para determinar "todas y cada una de las patologías y necesidades a diversos niveles".
De este diagnóstico, ha proseguido Urtasun, derivará un plan integral que establecerá un programa de intervenciones "inmediato" para resolver las nuevas necesidades que puedan detectarse durante el estudio del edificio.
"La BNE es el custodio de nuestro patrimonio bibliográfico. Es un símbolo, pero es mucho más que esto. Es la infraestructura pública que garantiza la pervivencia de nuestra memoria bibliográfica y asegura el acceso de cualquier ciudadano a ella. El presente y el futuro de la Biblioteca, que no puede ponerse en riesgo con actuaciones limitadas. El tiempo de las soluciones parciales y de los parches debe terminar", ha sentenciado.