MADRID 12 May. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha descartado que Rusia esté detrás de cualquier tipo de injerencia en las elecciones presidenciales y parlamentarias de Turquía del domingo, desmintiendo así las acusaciones vertidas por el líder opositor turco Kemal Kilidaroglu.
Kilidaroglu, principal rival del actual presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó el jueves a las autoridades rusas de estar detrás de "montajes, conspiraciones y contenido 'deep fake'", y condicionó la colaboración entre Estambul y Moscú a que Rusia "quite sus manos del Estado turco".
Ahora, el portavoz del Kremlin ha reconocido estar sorprendido por tales acusaciones y ha descartado que las autoridades rusas estén detrás de "ninguna interferencia" en los asuntos turcos. "Si alguien le ha proporcionado al señor Kilidaroglu tal información, entonces son mentirosos", ha aseverado.
Así las cosas, Peskov ha incidido en el Gobierno ruso "valora mucho las relaciones bilaterales" con Turquía y ha puesto en valor la "muy responsable, soberana y bien pensada" posición tomada por Ankara en "toda una gama de problemas regionales y globales", especialmente en el conflicto en Ucrania, según recoge TASS.
"He dicho e insistido en repetidas ocasiones que no interferimos en los asuntos internos y procesos electorales de Estados extranjeros", ha zanjado el portavoz del Kremlin, quien ha equiparado las denuncias de Kilidaroglu a otras anteriores lanzadas desde Estados Unidos respecto a las últimas elecciones de 2020.
"Es muy importante recordar la historia de los estadounidenses, que (...) repitieron durante mucho tiempo que Rusia estaba interfiriendo, luego gastaron decenas de millones de dólares en procedimientos y luego llegaron a la conclusión de que no hubo interferencia", ha concluido Peskov.
La población turca esta este domingo llamada a las urnas para votar en las elecciones presidenciales y parlamentarias. El presidente Erdogan se enfrenta en las urnas a Kilidaroglu, líder opositor y principal rival del mandatario, que ascendió a la Presidencia en 2014 tras otros once años como primer ministro.