MADRID 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), encabezadas por la milicia kurdo-siria Unidades de Protección Popular (YPG), han confirmado combates durante la jornada del domingo con milicias progubernamentales en la provincia de Deir Ezzor, situada en el este de Siria.
Las FDS han indicado en un comunicado publicado a través de su página web que "mercenarios respaldados por el régimen sirio lanzaron un asalto con artillería pesada, morteros y granadas propulsadas por cohetes" contra varias localidades en la orilla oriental del río Éufrates.
"Esta ofensiva ha causado numerosas víctimas, incluidos civiles", ha apuntado, antes de especificar que los enfrentamientos en las localidades de Abú Hardub, Dhiban y Abú Hamam se han saldado con la muerte de 19 "mercenarios", cuatro civiles y tres miembros de las FDS.
Así, han manifestado que los civiles murieron por el impacto de un proyectil de mortero contra su vivienda. "Nuestras fuerzas también han confiscado una cantidad sustancial de armas, municiones y aparatos militares", han dicho, antes de recalcar su compromiso con "preservar la seguridad y la estabilidad en los territorios".
Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres e informantes en el país asiático, ha confirmado enfrentamientos en la zona y ha afirmado que las FDS han llevado ataques contra zonas controladas por el Gobierno sirio y "milicias respaldadas por Irán".
El control de Deir Ezzor, en la frontera con Irak, está dividido entre las FDS y el Gobierno sirio. La provincia, que cuenta con importantes pozos de petróleo, cuenta también con presencia de militares de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos contra Estado Islámico, aliada de las FDS.
Desde agosto se han registrado combates entre las FDS y milicias árabes aliadas del Gobierno de Bashar al Assad. Ese mes murieron al menos 90 personas en combates después de que las FDS detuvieran a un alto cargo de estas tribus.
El detenido, Ahmed Jbeil, alias 'Abú Jaula', era además comandante del Consejo Militar de Deir Ezzor y fue considerado sospechoso de colaborar con las autoridades sirias y no hacer frente al aumento de los ataques por parte de Estado Islámico en la zona.