MADRID 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Médicos sin Fronteras (MSF) está consiguiendo poco a poco reanudar su trabajo en los campos de desplazados de la capital de la provincia congoleña, Goma, bajo control desde hace casi dos semanas de las milicias del movimiento 23 de Marzo tras una ofensiva en el este del país que ha dejado casi 3.000 muertos, según Naciones Unidas.
Miles de personas se encontraban en los campos de desplazados de Goma en las horas previas a la llegada del M23, donde sobrevivían desde hace meses en condiciones infrahumanas tras escapar de la violencia en el este del país.
La coordinadora de MSF Virginie Napolitano relata un escenario caótico en la ciudad. "Algunos campos del norte de Goma se han vaciado. Otros siguen llenos. La gente ha huido a la ciudad o ha vuelto a casa. Muchos de los que quedan no saben lo que les espera en sus casas, si es que siguen ahí", ha lamentado.
A pesar de ello, en los últimos días, MSF ha reanudado sus actividades médicas en varios emplazamientos para personas desplazadas. Los equipos están proporcionando atención a víctimas de violencia sexual, distribuyendo alimentos y agua, y activando instalaciones sanitarias.
No obstante, MSF recuerda que la situación humanitaria "sigue siendo crítica" para los miles de personas desplazadas que viven en campos, escuelas e iglesias de Goma y sus alrededores.
Además, y dado que muchos desplazados están sacando agua del lago Kivu, a espaldas de la ciudad, la ONG ha dispuesto puntos de "depuración" de agua y está repartiendo cloro para impedir la propagación de enfermedades como el cólera.