MADRID 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades paquistaníes han abierto en las últimas horas tres nuevos pasos en Baluchistán, en la doble frontera afgana-iraní, para acelerar la deportación de cientos de miles de refugiados afganos sin permiso de estancia en el país, a tres días de que expire un muy criticado ultimátum de las autoridades el próximo 1 de noviembre.
Los pasos de Qila Saifulá, Qameruddin Karez and Baracha Nur Wahab, en la localidad de Chagai, servirán para que los migrantes tanto afganos como iraníes baloches cumplan con este objetivo, según el ministro de Información paquistaní, Jan Achakzai.
La misma situación espera a los extranjeros sin la llamada 'Prueba de Registro (PoR)' en Jíber Pajtunjua, en la frontera afgana donde, una vez terminada la fecha límite, "el gobierno aplicará su plan de expulsión a plena potencia" a pesar de las críticas de ONG internacionales a esta maniobra.
Pakistán esgrime que los refugiados afganos sin documentos son el caldo de cultivo para la preparación de atentados en el país. "De los últimos 24 atentados suicida, 14 fueron ejecutados por afganos", ha declarado el ministro principal del estado de Punyab, Mohsin Naqvi, en comentarios recogidos por el diario paquistaní 'Dawn'.
Las ONG denuncian que esta medida representa un ataque directo a los 1,73 millones de afganos entre el total de 3,3 millones -- según las conservadoras estimaciones de la ONU -- que se encuentran en el país vecino y todavía no tienen un estatus formal de refugiados, sin contar también a nigerianos, bosnios, bangladeshíes o indios, ni a los 16.000 refugiados afganos que ya han regresado a su país.
Pakistán ha sido un refugio popular para los afganos desde hace décadas, bien con motivo de la invasión soviética, la guerra civil afgana o el primer régimen talibán. Aunque algunos afganos regresaron a su país durante los últimos años, el retorno de los fundamentalistas al poder en 2021 desencadenó el éxodo de 700.000 afganos hasta sumar las estimaciones totales actuales.
La agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha confirmado este viernes que ha recibido quejas de maniobras de acoso contra refugiados afganos que incluso tenían en su poder el PoR que les acredita como tales.
"Hemos recibido quejas desde diferentes lugares del país y hemos abordado esta cuestión con las autoridades pertinentes", ha declarado el portavoz de ACNUR en Pakistán, Qaisar Afridi, quien dice haber recibido del Gobierno la promesa de que no emprenderá medidas contra aquellos refugiados con permiso de residencia.
Afridi, en comentarios al diario 'Dawn', también ha confirmado que la agencia de la ONU en el país ha recibido informaciones sobre la detención y el arresto de ciudadanos afganos con documentación e instado a las autoridades "a que pongan en libertad a estos ciudadanos tan pronto como sea posible".