Publicado 14/03/2025 09:06

Etiopía.- La UA muestra su "profunda preocupación" por el aumento de las tensiones en Tigray, en el norte de Etiopía

Archivo - Un mercado en Tigray, Etiopía
Archivo - Un mercado en Tigray, Etiopía - SERGI REBOREDO / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO

La ONU pide "evitar la violencia" y conservar el acuerdo de paz de 2022 ante las disputas internas en el TPLF

MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Unión Africana (UA) ha expresado este viernes su "profunda preocupación" por el aumento de las tensiones entre sendas facciones del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) en la región etíope de Tigray y ha alertado del peligro de colapso del acuerdo de paz alcanzado en 2022 entre el grupo rebelde y el Gobierno de Etiopía.

"La UA ha estado siguiendo de cerca y con profunda preocupación el desarrollo de la situación en el seno del TPLF", ha dicho el organismo, que ha subrayado "la importancia de la estabilidad y la paz en la región" y ha pedido "a todas las partes involucradas" que "ejerzan contención y participen en un diálogo constructivo".

Asimismo, ha reclamado a las partes "cumplir sus obligaciones" con el acuerdo de alto el fuego alcanzado en noviembre de 2022 en la capital de Sudáfrica, Pretoria, algo que "es crucial para mantener una paz lograda con mucho esfuerzo y fomentar un clima que lleve a una construcción de paz sostenible, a la reconciliación y al desarrollo".

"La UA pide a todos los actores que cumplan sus compromisos y trabajen de forma colaborativa hacia una resolución pacífica", ha aseverado, al tiempo que ha expresado su "apoyo inamovible" al acuerdo de paz y se ha mostrado dispuesta a "seguir facilitando un diálogo y una cooperación entre las partes".

El comunicado de la UA ha sido publicado horas después de que el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, reclamara a las partes "reducir las tensiones, evitar la violencia y participar en un diálogo urgente" para hacer frente al deterioro de la situación en Tigray (norte).

"Recalcamos la importancia de aplicar las cláusulas del Acuerdo de Cese de Hostilidades para lograr una paz sostenible en Etiopía", dijo el portavoz del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, durante su rueda de prensa diaria.

El citado acuerdo de paz puso fin a dos años de guerra entre el Ejército etíope, apoyado por milicias regionales, y el TPLF, si bien los retrasos en la aplicación ha derivado en tensiones en el seno del grupo, algo que se suma al reciente aumento de las tensiones entre Etiopía y Eritrea, aliados en el último conflicto con el grupo tigriña.

TENSIONES EN TIGRAY

Durante las últimas horas, una facción del TPLF se ha hecho con el control del edificio de la Alcaldía de la capital, Mekelle, así como con las oficinas de la emisora Mekelle FM, según fuentes citadas por el diario etíope 'Addis Standard', en medio del aumento de las discrepancias entre la administración interina en la región y comandantes militares del grupo.

La crisis deriva de la decisión de la administración interina, encabezada por el brazo político del TPLF, de suspender a varios alcaldes y militar por supuestas actividades que "se desvían de las decisiones gubernamentales" y suponen "un riesgo de arrastrar a la región a un conflicto interno".

Tras ello, la Oficina de Paz y Seguridad de Tigray rechazó la decisión, firmada por el presidente de la administración interina, Getachew Reda, afirmando que "no sigue los procedimientos y la ley", lo que derivó en una respuesta de las autoridades con el cese del director de la citada oficina, el general Fisha Kidanu.

A raíz de esta situación, las autoridades interinas de Tigray reclamaron al Gobierno central que "entienda" la situación y "dé el apoyo necesario" para hacer frente a las tensiones, argumentando que una facción en el seno de las fuerzas tigriñas estaba intentando "socavar" el acuerdo de paz de 2022.

Sin embargo, el TPLF publicó un comunicado para rechazar cualquier "intervención directa o indirecta de terceras partes" en la región y destacó que eso podría supone "una grave amenaza" al acuerdo de Pretoria, antes de denunciar igualmente la "ilegítima" decisión de cesar a los citados altos cargos militares.

"Nuestro Ejército y nuestra cúpula no pueden ser suspendidos o cesados por la voluntad de alguien", dijo el grupo, que acusó a miembros de las autoridades interinas de "traicionar los intereses nacionales del pueblo tigriña" y "actuar como herramientas de fuerzas externas", al tiempo que alertó de llegar a una situación "incontrolable" en la región.

Las acusaciones fueron respondidas por Getachew, quien apuntó directamente a Eritrea como un actor que "cree que puede beneficiarse del caos en Tigray", antes de reseñar que "ciertos grupos en el TPLF han perdido su aceptación legal" y trabajan para desestabilizar la región, en medio del temor a un nuevo conflicto a gran escala.

EL ÚLTIMO CONFLICTO EN TIGRAY

El último conflicto en Tigray estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el Gobierno del primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo, incluida la negativa del TPLF a la hora de reconocer un aplazamiento electoral y su decisión de celebrar comicios regionales al margen de Adís Abeba.

El TPLF acusó a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el grupo había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias.

El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia, lo que derivó en un intercambio de acusaciones y un repunte de las tensiones que provocó finalmente un conflicto armado a gran escala que sumió Tigray y otras regiones del norte del país africano en una profunda crisis humanitaria.

El acuerdo de paz derivó en un fin de los combates en Tigray, si bien la región ha seguido siendo escenario de tensiones desde entonces, mientras que otras zonas de Etiopía, especialmente Amhara y Oromía, han sido durante los últimos meses epicentro de nuevas crisis políticas que han derivado en ocasiones en enfrentamientos armados.

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