Publicado 24/04/2025 06:25

EEUU.- EEUU negó el derecho de asilo a casi 300 migrantes expulsados a Panamá, según Human Rights Watch

Archivo - February 2, 2025, Panama City, Panama: U.S Secretary of State Marco Rubio, right, is greeted by Panamanian President Jose Raul Mulino, left, before the start of bilateral meetings at presidential palace, February 2, 2025 in Colon, Panama.
Archivo - February 2, 2025, Panama City, Panama: U.S Secretary of State Marco Rubio, right, is greeted by Panamanian President Jose Raul Mulino, left, before the start of bilateral meetings at presidential palace, February 2, 2025 in Colon, Panama. - Europa Press/Contacto/Freddie Everett/Us State

MADRID 24 Abr. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades estadounidenses deportaron a 299 personas migrantes procedentes de terceros países a Panamá entre el 12 y 15 de febrero, negando sus derechos de asilo, a pesar de conocer que en muchos casos estaban huyendo de sus países de origen por motivos étnicos, religiosos o de orientación sexual, según confirma Human Rights Watch (HRW) en un informe publicado este jueves.

El informe relata que los expulsados fueron montados en un avión militar estadounidense sin saber adónde les conducían, tras haber sufrido malos tratos durante su retención en el país, y al llegar a Panamá fueron detenidos en régimen de incomunicación, les requisaron sus teléfonos móviles y les prohibieron recibir visitas.

"Estados Unidos envió a personas encadenadas a un país desconocido, sin darles ninguna oportunidad para solicitar asilo", ha manifestado el director de la División de Derechos de Refugiados y Migrantes de Human Rights Watch, Bill Frelick. "Tanto Estados Unidos como Panamá tienen el deber de garantizar procesos de asilo justos: nadie debería ser devuelto por la fuerza a un lugar en el que correría peligro y sin realizar una evaluación completa y justa de su solicitud de refugio".

Human Rights Watch entrevistó a 48 de estos deportados, procedentes de países como Afganistán, China, Rusia o Etiopía, que relataron que habían accedido a EEUU tras la toma de posesión de Donald Trump a través de la frontera con México.

Entre estas personas se encuentran una mujer de 27 años iraní que huyó tras convertirse al cristianismo, una mujer afgana de 21 forzada a casarse o un ruso homosexual de 28 años que denunció que volver a Rusia supondría su detención por su orientación sexual.

A pesar de manifestar estas circunstancias, EEUU negó las solicitudes de asilo poniendo en peligro la vida de estas casi 300 personas en caso de tener que regresar a sus países.

"Puede que no sea una migrante legal, pero Estados Unidos tiene un sistema legal que yo no vi", ha afirmado una mujer que había huido de China. "Nadie me dijo nada. No me permitieron decir nada".

180 HAN TENIDO QUE REGRESAR A SUS PAÍSES

Tras estar retenidos primero en un hotel de Ciudad de Panamá y luego en una estación de recepción migratoria, fueron liberados con un "permiso temporal humanitario" de 30 días, prorrogables hasta 90. Durante estos días debieron gestionar el traslado a su país o terceros países y hasta 180 de ellos regresaron a sus lugares de origen con el programa "retorno voluntario asistido" de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Human Rights Watch tiene "serias dudas" acerca de la voluntariedad de estos retornos y denuncia que los migrantes no tenían más opciones, lo que puede haber generado peligro para sus vidas.

El organismo internacional insta a Estados Unidos a detener la "expulsión o al traslado forzado de personas a terceros países" y a tramitar las solicitudes de asilo en sus fronteras de acuerdo por la legislación internacional.

Asimismo, pide a Panamá que deje de aceptar deportados procedentes de Estados Unidos y que estos traslados solo tengan lugar bajo el cumplimiento de la ley, garantizando procedimientos justos.

"La expulsión de estos solicitantes de asilo desde Estados Unidos fue injusta y se deben tomar medidas para rectificar el maltrato que sufrieron a manos del gobierno estadounidense. Pero ahora Panamá tiene la responsabilidad de protegerlos", ha concluido Frelick. "Esa protección comienza por garantizarles un proceso completo y justo de evaluación de sus solicitudes de para obtener el estatus de refugiado".

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