MADRID 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
Botsuana se ha convertido en el primer país con alta carga de VIH en recibir la certificación por haber alcanzado un importante hito en el camino hacia la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los países con alta carga de VIH se definen como aquellos en los que más del 2 por ciento de las mujeres embarazadas viven con el virus. Botsuana ha conseguido el estatus de 'nivel de plata', que le acerca a la eliminación de la transmisión del VIH de madre a hijo.
La OMS concede esta certificación a los países que han reducido la tasa de transmisión maternoinfantil del VIH a menos del 5 por ciento; han proporcionado atención prenatal y tratamiento antirretrovírico a más del 90 por ciento de las mujeres embarazadas; y han logrado una tasa de casos de VIH inferior a 500 por cada 100.000 nacidos vivos.
"Se trata de un gran logro para un país que tiene una de las epidemias de VIH más graves del mundo: Botsuana demuestra que una generación libre de sida es posible. Este hito es un gran paso adelante para acabar con el sida en el continente y muestra cómo un liderazgo político visionario y alineado con las prioridades de salud pública puede salvar vidas. Espero que otros países africanos también alcancen este objetivo", ha comentado la directora regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti.
A nivel mundial, 15 países han recibido la certificación de la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH. Ninguno de ellos tenía una epidemia tan grande como la de Botsuana. La hazaña del país hasta la fecha en su camino hacia la eliminación es el resultado de una estrategia de respuesta nacional desde dos décadas. En 1999, cuando se enfrentaba a una tasa de prevalencia del VIH de hasta el 30 por ciento, Botsuana inició un agresivo programa para prevenir la transmisión de madre a hijo.
"El logro de Botsuana demuestra el notable progreso que puede lograrse cuando se priorizan las necesidades de las madres que viven con el VIH y de sus hijos. Los niños se encuentran entre los grupos más rezagados en la respuesta al VIH. Abordar esta desigualdad y prevenir nuevas infecciones por el VIH en los niños es fundamental si queremos acabar con el sida. El compromiso político, el fuerte liderazgo y el duro trabajo de los dedicados trabajadores sanitarios y las comunidades de Botsuana han dado resultados impresionantes", ha resaltado la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.
Las mujeres seropositivas que no reciben antirretrovirales (ARV) tienen entre un 15 y un 45 por ciento de posibilidades de transmitir el virus a sus hijos durante el embarazo, el parto o la lactancia. Ese riesgo se reduce a menos del 5 por ciento si se administra el tratamiento tanto a las madres como a los niños en todas las etapas en las que puede producirse la transmisión. Botsuana alcanzó rápidamente la cobertura nacional de ARV antes de pasar a aplicar regímenes cada vez más eficaces, siguiendo las orientaciones de la OMS.
En 2013, Botsuana se convirtió en uno de los primeros países del mundo en aplicar la llamada 'Opción B+', un plan para tratar a todas las mujeres embarazadas y lactantes que viven con el VIH con un régimen de tratamiento antirretroviral triple de por vida altamente eficaz en el momento del diagnóstico.
"Aplaudimos a Botsuana por este notable logro, que sirve de inspiración a otros países de África oriental y meridional. El progreso en la prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH en esta región es un verdadero éxito de la salud pública, con más de 1,7 millones de nuevas infecciones en niños evitadas desde 2010. Estamos deseando felicitar a otros países muy pronto y continuar el camino hacia la eliminación total y sostenida en el tiempo", ha comentado el director regional de UNICEF para África Oriental y Meridional, Mohamed Fall.
Los criterios y procesos de validación mundial se remontan a 2015, cuando ONUSIDA, UNICEF, la OMS y otros socios crearon el Comité Consultivo de Validación Mundial para estandarizar la medición de los logros de la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH y la sífilis.
En 2017, y en reconocimiento de los logros alcanzados por los países con una alta carga de VIH que estaban demostrando reducciones significativas y sostenidas en la tasa de transmisión de madre a hijo, se introdujeron nuevos criterios. El programa de eliminación se ha ampliado a una 'triple eliminación' de la transmisión maternoinfantil del VIH, la sífilis y la hepatitis B.