Foto: REUTERS
MÉXICO DF, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Senado mexicano ha aprobado este martes en lo general, con 95 votos a favor y 28 en contra, la reforma energética, impulsada por el Gobierno de Enrique Peña Nieto y que ha generado una gran polémica al abrir la puerta a la entrada de capital privado en la explotación de los hidrocarburos.
La reforma ha contado con el apoyo mayoritario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), para poder ser aprobada tras casi diez horas de debate.
El principal partido opositor de izquierdas, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), junto con el Partido del Trabajo (PT) y el Movimiento Ciudadano, han advertido de que recurrirán a la consulta nacional para revertir su contenido y a la Suprema Corte para impugnar el procedimiento, tal y como ha recogido el diario mexicano 'Milenio'.
El priista David Penchyna, presidente de la Comisión de Energía, ha defendido que esta reforma supone "más inversión y creación de empleo" y, por lo tanto "sienta las bases para terminar con la pobreza extrema de un enorme porcentaje de mexicanos que viven en la desesperanza".
"Un porvenir de educación con la calidad que merecen los niños y los jóvenes; una tercera edad sin distingos sociales que recompense y garantice con seguro de salud y pensiones la experiencia y trabajo de quienes forjaron nuestro México", ha apostillado.
Por su parte, los panistas defendieron que la industria energética "no se privatiza" y ven la reforma necesaria para modernizar Pemex. Sin embargo, dos miembros de la bancada han emitido un voto de rebeldía, al mostrarse en contra de los términos finales del acuerdo.
Los partidos que han rechazado la propuesta, encabezados por el PRD, han secundado las palabras del senador Alejandro Encinas, quien asegura que "los derechos establecidos en la Constitución no pueden someterse a votación de mayorías artificiales".
Antes de proceder a la votación, miembros del PRD han tomado la tribuna durante unos minutos como modo de protesta y han desplegado una pancarta con el lema 'No a la privatización'.
IDAS Y VENIDAS
El pasado sábado, los principales partidos políticos mexicanos finalmente consiguieron llegar a un acuerdo para redactar el borrador de la reforma energética, después de una semana de intensas negociaciones entre PRI y PAN.
Estaba previsto que el borrador llegara a las comisiones del Senado el pasado miércoles, pero a lo largo de estos días ha sido imposible debido a las diferencias entre las fuerzas políticas e incluso a problemas de forma en la convocatoria de las reuniones.
Los sucesivos aplazamientos de la reunión de las comisiones senatoriales llevaron el pasado viernes a las fuerzas políticas de la cámara alta a cancelarla de forma indefinida para permitir que el diálogo continuara sin la presión del calendario.
Según ha trascendido, en realidad las negociaciones han estado protagonizadas por el PRI y por el PAN y se han centrado en cómo articular la participación privada en los hidrocarburos mexicanos. El partido gobernante proponía la fórmula de las licencias y el opositor la de las concesiones.
"El diferendo entre PRI y PAN en torno a la reforma energética es solamente por cómo se reparten el botín petrolero", advirtió el senador del PRD Alejandro Encinas, en declaraciones recogidas por el diario mexicano 'La Jornada'.