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MADRID, 20 Abr. (Notimérica/EP) -
El Gobierno de Honduras ha decidido trabajar en colaboración con el de México para localizar e identificar los restos mortales de los hondureños fallecidos en el país norteamericano en su ruta hacia Estados Unidos.
La colaboración entre los gobiernos de Juan Orlando Hernández y Enrique Peña Nieto se basa en el Memorandum de Entendimiento que firmaron hace semanas con el objetivo prioritario de determinar el paradero de los hondureños desaparecidos en México.
Las autoridades hondureñas han indicado al diario 'El Heraldo' que otro de los ejes de esta cooperación será la identificación de restos los mortales "que sea difícil por medios convencionales, requiriendo técnicas avanzadas como el examen genético".
Cientos de hondureños, entre otros ciudadanos centroamericanos, se embarcan cada año en peligrosos viajes por la región con el objetivo de cruzar la frontera de México hacia Estados Unidos, donde esperan encarnar el llamado sueño americano.
La mayoría de estos periplos tienen un final trágico. En algunos casos son las organizaciones criminales las que organizan las expediciones, exigiendo un elevado precio a los emigrantes para hacerles llegar a territorio estadounidense sanos y salvo.
Aunque los emigrantes se aventuren solos, suelen acabar igualmente en manos de organizaciones criminales que les secuestran y extorsionan pidiendo el pago de un rescate a sus familias a cambio de su liberación.
La mayoría de los emigrantes centroamericanos son de origen humilde, por lo que la imposibilidad de pagar el rescate exigido hace que acaben siendo ejecutados por los criminales y enterrados en fosas comunes.
Si bien el recorrido por Centroamérica no está exento de peligros, sin duda, el tramo más conflictivo es el mexicano. Ya son famosos los asaltos de criminales al tren conocido popularmente como 'La Bestia', usado por los emigrantes, así como sus continuos descarrilamientos.
Además, casi todas las fosas comunes aparecen en los estados mexicanos ubicados en la frontera con Estados Unidos. El hallazgo más numeroso hasta la fecha es el de 72 cadáveres, en su mayoría de centroamericanos, en una misma tumba de Tamaulipas.
Las amenazas no acaban al pisar suelo estadounidense. Una vez allí, los inmigrantes malviven hasta encontrar unos ingresos mínimos para sobrevivir. Esta misma semana, las fuerzas de seguridad han desmantelado un campamento ilegal con 80 inmigrantes, la mayoría centroamericanos, en Texas.
De acuerdo con el Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR) de Honduras, anualmente las autoridades estadounidenses deportan a entre 30.000 y 40.000 hondureños.