MÉXICO DF, 6 Feb. (Notimérica) -
Siempre resultó molesto para el poder el activista Gustavo Salgado, cuyo cuerpo decapitado, con las manos cortadas y con signos de haber sido torturado, ha sido encontrado este miércoles en la zona conocida como Las Huilotas, en el estado mexicano de Morelos.
El movimiento del que formaba parte, el Frente Popular Revolucionario (FPR), ha señalado en un comunicado a las autoridades estatales y al propio gobernador de Morelos, Graco Ramírez, como los principales responsables del asesinato de Salgado, quien se había convertido en un destacado líder del movimiento que reclama justicia por la desaparición de los 43 'normalistas' de Ayotzinapa.
Además, este dirigente social de 32 años resultaba especialmente incómodo para los caciques locales al ser líder de un movimiento que reclama derechos para los campesinos de Guerrero, que se trasladaron hasta Morelos, tras los devastadores huracanes Ingrid y Manuel.
Y desde entonces, asegura el FPR, que Salgado ha sido vigilado y hostigado por la Policía del estado y como muestra de ello, ponen de ejemplo, su detención el pasado 20 de marzo en Cuernavaca, capital de Morelos, durante la manifestación convocada por esta organización contra la Ley de Ingresos.
Era un destacado líder de este movimiento cuyo asesinato, aseguran las autoridades, se produjo por una disputas de tierras. De hecho, ya han sido detenidas cuatro personas por este suceso. Sin embargo, solo han sido acusadas de robo de vehículo y de un delito de resistencia de particulares.
Mientras tanto, el FPR reclama que se haga justicia y que el asesinato de este líder no quede impune. Además, aseguran que continuarán movilizándose para exigir que se esclarezca este suceso y se señale a los verdaderos responsables de la matanza.
LA ÚLTIMA VEZ QUE FUE VISTO CON VIDA
Salgado fue visto por última vez con vida tras abandonar una asamblea en el barrio 'El chivatero' de la ciudad de Ayala, en Morelos. Allí se reunió con jornaleros de la Montaña de Guerrero, quienes han levantado un campamento para reclamar que les adjudiquen viviendas.
Sus compañeros fueron con él hasta que se subió a un autobús que lo llevaría hasta el centro de Ayala, donde tenía previsto sumarse a otro campamento de protesta instalado en la ciudad. Al ver que Salgado no llegaba, el FPR comenzó la búsqueda, acudió a las comisarías de Policía estatales y municipales, sin que en ellas averiguasen pista alguna sobre el paradero de este líder de movimientos sociales.ç
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