MADRID 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Defensa de Colombia, Pedro Sánchez, ha reconocido que el Estado no cuenta todavía con el control efectivo de la zona conocida como el cañón del Micay, en el departamento de Cauca, en donde cinco militares han muerto en las últimas horas y una treintena de policías fueron secuestrados hace unos días.
Sánchez ha explicado este miércoles que si ejercieran el control, "no estaría pasando esto" y ha remarcado la "convergencia criminal muy delicada" que tiene lugar en esa zona, cuya condición geográfica facilita la presencia de los grupos criminales, que han hostigado a la población local para no colaborar con el Estado.
Entre estos grupos, ha recordado, están las disidencias de Segunda Marquetalia y Frente Carlos Patiño de las extintas FARC, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), o diferentes cárteles extranjeros. Todos se disputan uno de los principales epicentros del narcotráfico que el Gobierno ha prometido recuperar.
En ese sentido, Sánchez ha señalado en Blu Radio que atentados como los de la pasada noche en el municipio de Balboa, con cinco militares muertos y una quincena de heridos, es una respuesta a las iniciativas que el Gobierno está poniendo en marcha para hacerse con un área sin presencia del Estado desde hace décadas.
Sánchez ha explicado que el objetivo no es solo aumentar el despliegue de las fuerzas de seguridad, sino también investir en infraestructuras y ofrecer a la población local, mayoritariamente agrícola, alternativas a los cultivos ilícitos. "Nuestra intención es transformar esa economía", ha dicho Sánchez.
El Gobierno ha descartado la erradicación forzosa de estos cultivos y ha propuesto a la población local resarcir económicamente a aquellos que lo hagan de manera voluntaria para apostar por otro tipo de "productos legales".