MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
La oposición conservadora ha boicoteado el acto de homenaje al presidente Salvador Allende celebrado este lunes 11 de septiembre, cuando se cumplen 50 años del golpe de Estado en el que falleció el propio Allende y dio comienzo la dictadura ultraderechista de Augusto Pinochet.
La sesión preveía una intervención de cinco minutos de cada uno de los grupos paralamentarios para rendir homenaje a Allende, extremo que utilizó el portavoz de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Gustavo Benavente, para resaltar la situación de inestabilidad política y social previa al golpe de Estado. La ultraderecha representada por el Partido Republicano directamente se ausentó del acto.
En concreto, Benavente recordó que Allende suscribió el Estatuto de Garantías Democráticas aprobadas por el Congreso para evitar un régimen marxista "solo por una razón táctica", como dijo él mismo "ya que lo importante era alcanzar el poder para su objetivo".
"Al comienzo de su Gobierno, se notó la tolerancia de la Unidad Popular respecto al actuar impune frente a los grupos armados, cuyas actuaciones eran incentivadas por el propio Gobierno, lo que fue aumentando cada vez más", ha destacado Benavente ya entre los abucheos del oficialismo.
La intervención de Benavente fue interrumpida en al menos cuatro ocasiones por el presidente de la Cámara, Ricardo Cifuentes, quien le advirtió y terminó censurando al parlamentario por estimar que solo cabían discursos positivos en la sesión. La sanción incluye una merma del 4 por ciento en su remuneración.
Mientras Benavente era abucheado, el diputado del Partido de la Gente Gaspar Rivas tomó el centro del hemiciclo y mostró una pancarta con las fotografías de Allende y Pinochet tachadas y el lema "¡Córtenla de pelear y preocúpense de Chile!".
Después de la suspensión de la sesión por los incidentes Benavente ha reprochado que "no nos dejaron terminar un discurso que ni siquiera ellos (la izquierda) sabían cómo terminaba, solamente por nombrar hechos inalterables de la historia". "En ningún momento se le insultó (a Allende)" y "solamente se señalaron hechos históricos de su gobierno y por tanto, eso es un homenaje".
"El homenaje puede resaltar luces y sombras, porque eso es lo que somos los seres humanos, personas que tenemos luces y sombras y no somos criaturas angelicales e infalibles", ha argumentado.
En contraste, el portavoz del Partido Socialista, Daniel Manouchehri, había destacado previamente que "el sacrificio de Allende no fue en vano". "Hoy es un potente mensaje moral para las nuevas generaciones. Es como si Allende hubiera podido prever cinco décadas después el desprestigio de la clase política y la necesidad de tener figuras que nos demostraran que sí se puede actuar a esa altura", dijo.
"Allende sabía que otros hombres deberían superar ese momento gris y amargo. ¡Compañero Salvador Allende, presente ahora y siempre!", remachó aclamado por sus afines.