LA PAZ, 2 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente boliviano, Evo Morales, ha asegurado que por ahora no tiene pensado llevar a cabo nuevas nacionalizaciones en el país, coincidiendo con el décimo aniversario del sector de los hidrocarburos en el país.
"Por ahora tenemos buenas relaciones, hay inversiones, siempre algunas diferencias. Respetamos la inversión, respetamos la inversión extranjera, no tengo en la mente (...) por ahora no vamos a nacionalizar nada", ha declarado en una entrevista el domingo por la noche en ATB.
Según ha explicado, la semana pasada la Confederación de Luz y Fuerza presentó dos proyectos de ley en materia eléctrica, que fueron estudiados y no ofrecían mucha rentabilidad. En este sentido, ha dejado claro que si el Estado se hace cargo de algunas empresas o crea nuevas empresas, estas deben generar rentabilidad.
"Si el Estado se hace cargo de nuevas empresas o crea nuevas empresas, tienen que generar divisas, sino sería un mal Estado, eso aprendimos", ha explicado. "No se trata de nacionalizar por nacionalizar", ha recalcado, según informa la agencia oficial ABI.
Por otra parte, Morales ha revelado que el decreto por el que se procedió a la nacionalización de los hidrocarburos el 1 de mayo de 2006 se firmó en su propio apartamento, con el fin de evitar que se filtrara la información a la prensa.
Según ha relatado, inicialmente un pequeño grupo de ministros que conocía el tema se reunían en Palacio de Gobierno pero tras producirse varias filtraciones se pensó que podía haber micrófonos y se optó por trasladar los encuentros al apartamento del presidente. Sin embargo, según Morales, finalmente descubrieron que era el entonces portavoz del Gobierno, Alex Contreras, quien filtraba la información a los medios.
Por otra parte, ha desvelado que el principal punto de debate entre los ministros fue el porcentaje de participación del Estado, que finalmente fue del 82 por ciento, frente al 18 por ciento reservado para las transnacionales. Según el presidente, el entonces ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada, proponía un reparto del 52-48%, pero fue él el que propuso el porcentaje final.
Ante el temor mostrado por algunos ministros, se encargó a un equipo técnico, conformado por expertos cubanos, venezolanos y ecuatorianos sin remuneración, que estudiaran si el 18 por ciento era una cantidas suficiente como para que las petroleras recuperaran su inversión y obtuvieran beneficios. Tras su visto bueno, el mandatario firmó el decreto con la medida.
Asimismo, Morales ha indicado que en ningún momento se barajó la expulsión de las petroleras extranjeras porque dichas empresas habían realizado muchas inversiones en Bolivia.