CIUDAD DE MÉXICO, 8 Ago. (Reuters/EP) -
El Gobierno de México ha presionado a Estados Unidos para que coopere y ayude a identificar a los supremacistas blancos que representan una amenaza para sus ciudadanos después del tiroteo en El Paso, en el estado de Texas, en el que murieron ocho personas de nacionalidad mexicana.
México ha prometido investigar el tiroteo de El Paso, en el que murieron 22 personas, como un acto de terrorismo y ha asegurado que podría solicitar la extradición del presunto autor para que sea juzgado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores mexicano ha afirmado que quiere que las autoridades estadounidenses compartan información sobre el caso de El Paso para "determinar si hay otras personas y organizaciones de 'supremacía blanca' que buscan poner en peligro a nuestra comunidad en Estados Unidos".
México también ha instado a Estados Unidos a "hacer realidad" las palabras del presidente estadounidense, Donald Trump, cuando pidió a sus ciudadanos que "condenen el racismo, la intolerancia y la supremacía blanca".
El ataque en El Paso fue ejecutado por un joven de 21 años identificado como Patrick Crusius, quien abrió fuego de forma indiscriminada en un centro comercial de la ciudad.
Las autoridades sospechan que actuó motivado por motivos raciales y tratan el caso como terrorismo, después de que el atacante dejara un manifiesto publicado en el que aseguró que actuaba motivado por la "invasión hispana de El Paso". La ciudad fue parte de la República de México hasta 1848, como parte del tratado de Guadalupe Hidalgo.