La cita dejará un esperado encuentro entre Obama y Castro y un posible encontronazo con Maduro
MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
Panamá acoge este fin de semana una Cumbre de las Américas histórica por la presencia por primera vez desde 1994 de Cuba en una cita de estas características pero que podría quedar eclipsada por la actual tensión entre Venezuela y Estados Unidos a raíz de las sanciones impuestas por Washington contra algunos altos cargos venezolanos por haber cometido abusos de los Derechos Humanos.
El tema elegido para la VII Cumbre de las Américas es "Prosperidad con Equidad: El Desafío de la Cooperación en las Américas" y, aunque como aseguraba esta semana la vicepresidenta y canciller panameña, Isabel Saint Malo, hay una agenda definida, "los jefes de Estado son soberanos y libres de modificarla".
Así las cosas, todas las miradas están puestas en el que será sin duda uno de los momentos históricos que dejará esta cita: el saludo entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el cubano, Raúl Castro, después de que ambos anunciaran el pasado 17 de diciembre que los dos países iban a reanudar las relaciones diplomáticas. Ambos ya se habían estrechado las manos durante el funeral de Nelson Mandela en diciembre de 2013.
Desde la Casa Blanca han aclarado que Obama no tiene previsto ninguna reunión propiamente dicha con Castro, pero dan por seguro que ambos podrán "interactuar" durante los dos días de la cumbre. "Estamos seguros de que tendremos la oportunidad de tener un intercambio entre el presidente Castro y el presidente Obama, como con otros líderes de la cumbre", ha indicado el director para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca, Ricardo Zúñiga.
Además, parece más que probable que el presidente estadounidense aprovechará esta cita para anunciar oficialmente la salida de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo. Según ha informado la CNN,el Departamento de Estado ya ha enviado la recomendación formal a Obama para que dé este paso.
La salida de Cuba de esta lista es una de las condiciones que ha impuesto La Habana para proceder a la reapertura de las respectivas embajadas en el marco del proceso de 'descongelación' de las relaciones iniciado el pasado diciembre.
VENEZUELA
Sin embargo, la celebrada presencia de Cuba en esta cita, que ya se había confirmado antes del acercamiento con Washington y que varios de los países de la región habían impuesto como condición para acudir ya en la anterior cumbre de Cartagena de Indias en 2012, podría verse eclipsada por el último rifirrafe entre Estados Unidos y Venezuela.
Obama aprobó el pasado marzo una orden ejecutiva por la que se considera a Venezuela una amenaza para la seguridad de Estados Unidos además de imponer sanciones a varios altos cargos de la Administración de Nicolás Maduro por abusos de los Derechos Humanos. La medida ha provocado las iras del presidente venezolano que ha puesto en marcha una campaña para recoger 10 millones de firmas reclamando a Obama que la revoque.
La intención declarada del presidente venezolano es entregar a su homólogo estadounidense las firmas y, según los últimos datos revelados por el Gobierno venezolano, ya se estaría cerca de la cifra de los 10 millones.
El choque con Venezuela ha puesto a Obama en una situación incómoda, ya que han sido varios los países que han salido en defensa de Maduro, principalmente los integrantes del ALBA, pero también algunos aliados tradicionales como el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
Desde la Casa Blanca no han querido entrar a valorar estos apoyos y aseguran que las sanciones contra Venezuela no figuran en la agenda del presidente durante su estancia en Panamá. No obstante, se han hecho algunos gestos para calmar los ánimos. El primero de ellos lo hizo el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, quien dijo el martes que su país no considera a Venezuela como una amenaza.
Según Rhodes, el uso del término "amenaza" forma parte del lenguaje establecido para formular el tipo de órdenes ejecutivas como la emitida por Obama. Maduro aprovechó su programa de radio y televisión para saludar "estas declaraciones".
Además, en un aparente esfuerzo por limar asperezas y evitar encontronazos en Panamá, Obama ha enviado a Caracas al consejero del Departamento de Estado, Thomas Shannon. El 'número dos' de la diplomacia estadounidense se ha reunido en Caracas con la ministra de Exteriores venezolana, Delcy Rodríguez, quien le ha trasladado nuevamente la "exigencia" de que Obama derogue la orden ejecutiva.
NUEVA ÉPOCA PARA LAS AMÉRICAS
Así las cosas, el presidente panameño, Juan Carlos Varela, ha defendido que la cita de Panamá abrirá un nuevo capítulo en las relaciones interamericanas ya que permitirá que Obama y Castro dejen atrás las profundas divisiones ideológicas que lastraron a la región durante décadas.
"Esa reunión sería muy importante y positiva para el continente. Esperamos que nuestro país anfitrión pueda servir para este encuentro", ha afirmado Varela en una entrevista con Reuters, destacando que el intercambio entre ambos marcará un punto y aparte en las relaciones interamericanas.
"Tenemos muchas expectativas de que en esta cumbre va a nacer una nueva luz, una nueva época, una esperanza para los ciudadanos del continente", ha insistido. En cuanto a las diferencias entre Venezuela y Estados Unidos, Varela ha señalado que "en la cumbre habrá suficientes espacios sociales y diplomáticos para que los jefes de Estado puedan compartir y bajar esa tensión".
AGENDA
La ceremonia inaugural de la VII Cumbre se celebrará este viernes Teatro/Auditorio Anayansi del Centro de Convenciones ATLAPA y en ella estarán presentes todos los mandatarios asistentes. En el acto, está prevista la intervención del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y el presidente panameño.
A continuación, el presidente anfitrión ofrecerá una Cena de Estado en honor de los mandatarios presentes en el Complejo Monumental de Panamá La Vieja.
Ya el sábado, se celebrará la primera sesión plenaria. Según el protocolo fijado para esta cita, Varela estará flanqueado por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, cuyo país acogió la anterior cumbre, y por el de Perú, Ollanta Humala, que acogerá la siguiente cita continental.
Durante la misma, los jefes de Estado y de Gobierno estarán sentados en una mesa ovalada y de forma equidistante para representar la igualdad entre ellos, siguiendo la tradición de la leyenda del Rey Arturo y los caballeros de la Mesa Redonda.
A continuación, habrá un almuerzo de trabajo a la que seguirá la segunda sesión plenaria, la firma del documento Mandatos para la Acción y la clausura oficial de la VII Cumbre de las Américas.